Nota publicada en el portal www.1noticias.com.ar
El escritor narra que el problema ya no
existe, que está solucionado. Describe que los actores se ocuparon de la
desazón ambiental mucho antes que la contaminación se hubiese apoderado de las
aguas de Ushuaia.
No huele mal la ciudad , escribe. Es solo
una sensación, justifica. La culpa es de los otros, define como justificación. Le
inquietan los dedos sobre el teclado. Debe darle letra a quien le paga. Les
indica que salgan y hablen. Que expliquen, sea cierto o no lo que difunden.
Imagina que las diapositivas del powerpoint alcanza para calmar la inquietud de
las fieras. El anuncio de un Plan, un par de fotos, la gacetilla con los dichos
del ministro, los viajes a Buenos Aires, los títeres que hacen las preguntas
que les pasan sus titiriteros en los canales oficiales. Les dice que hagan el
mismo anuncio un par de veces. Se concrete o no. Los convence que de tanto
anunciar lo mismo algo quedará. Que la gente cree todo, la mentira y la
propaganda.
Les pasa el guion. Primer acto: sale un
funcionario y dice que todo está encaminado. Le soplan al oído que diga que las
obras ya están y que en breve el problema se soluciona. Bravuquean hacia dentro
y fuera de la cancha. Se agrandan. Se muestran como los que están por encima
del problema y que son la solución.